viernes, 30 de noviembre de 2007

La educación que segrega , limita el proceso de crecimiento personal, no facilita la situación de acercamiento a los patrones de la “normalidad”, y favorece el desarrollo de prejuicios sociales en los que predomina el temor, el desconocimiento y las actitudes negativasSegregar a un/a niño/a con capacidades diferentes es no reconocer su valor como persona y discriminarla en base a circunstancias de las cuales no es responsable. La inclusión contribuye a que los/as niños/as puedan acceder a una vida plena e independiente.

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